1.- El proyecto ha pasado de un coste de 600 millones de euros a 685 en estos momentos y nadie puede descartar que se acabe encareciendo mucho más.
2.- El cambio de presupuesto ha obligado a modificar sustancialmente el modelo de financiación que había aprobado la masa social en el referéndum de 2014: 200 millones de recursos propios, 200 millones de crédito y 200 millones con la venta del apellido del estadio.
3.- A pesar de la falta de transparencia, diferentes informaciones apuntan a que la deuda del Club es muy superior a los 220 millones de euros que la propia Junta Directiva actual se había marcado como límite máximo de endeudamiento para poder empezar las obras del Espai Barça.
4.- El proyecto ganador del concurso para la reforma del Camp Nou ha cambiado de arquitectos sin ninguna explicación por parte del Club. Se ha sustituido Joan Pascual y Ramon Ausió Arquitectes por la firma b720 Fermín Vázquez Arquitectos, uno de los despachos que participó en el concurso pero no resultó elegido. No se sabe si esta sustitución ha supuesto modificaciones sustanciales del proyecto respecto al que ganó el concurso a principios de 2016.
5.- Probablemente se concretará una cifra superior a los 200 millones de euros de presupuesto que debe aportar al proyecto la comercialización de los naming rights del Espai Barça, pero a estas alturas no se ha concretado ningún acuerdo.